En las construcciones de viviendas o edificios dependiendo de las condiciones climáticas, éstos enfrentan el problema de la humedad, la que se impregna, daña, se extiende de manera acelerada si no se toman acciones definitivas que la contrarresten.
Los rastros que deja a su paso, son notorios a la vista y al olfato. Tienden a producirse hongos que se adhieren incluso a nuestra vía respiratoria, erradicar los daños llevará bastante trabajo dependiendo del avance que ésta tenga en los inmuebles; y dentro de las medidas correctivas se encuentran desde sellar las paredes, pulir, sanar, pintar, hasta colocar deshumificadores dependiendo del origen de la humedad.
Si lo comparamos con el ámbito humano, esas filtraciones de humedad también ocurren en nuestro ser, cuando los impases que enfrentamos avanzan en un primer instante de manera silenciosa en nuestras emociones. Nuestra paz, fe y fortaleza se va perforando tal cual ocurre con las filtraciones o los procesos de condensación en los edificios.
Daña, se impregna, se extiende y deja rastro a su paso. Nuestros huesos se debilitan, las dudas incrementan y conforme avance esa humedad, nuestro corazón se enfría haciendo que después de un tiempo, los estragos se manifiesten en nuestra salud física.
Y como en el primer caso, es necesario una restauración exhaustiva y meticulosa de las fugas, filtraciones, suelos porosos o ambientes muy cálidos. En nuestra alma, nuestro ser, es necesario tomar todas las herramientas que erradiquen esos daños, sanen las heridas, se pula ese diamante que somos y renazca una nueva persona.
En esta temporada, necesitamos restaurar todo nuestro ser, alimentarnos sanamente, tener un estilo de vida saludable y a nivel emocional, hidratar nuestra alma recordando lo que muestra el salmista en: “Cantad al Señor cántico nuevo, echando sobre Jehová nuestras cargas, él nos sustentará, No dejará para siempre caído al justo” (Salmos 149:1, Salmos 55:22).
Que cada día, encuentres un motivo para ser feliz, que tu esperanza no se detenga, que tu fe se fortalezca y esas reparaciones por la humedad dejen como nuevo ese hogar que es tu cuerpo, el que deberá ser cuidado física, emocional y espiritualmente; recibiendo ayuda de los profesionales de la salud en los casos que sean necesarios (1 Corintios 6:19).
¡Cantad cada día! ¡Cantad alegres entre las gentes su gloria, porque ha hecho maravillas! Es el bálsamo que nuestra alma necesita (Salmos 98:1, 1 Crónicas 16:24).
Recuerda que eres el escritor de tu vida, en tus manos está la decisión más importante de cuidar de todas los aspectos de tu existir; por lo que te invito a que sigamos añadiendo la tes más hermosas de aquel que desea vernos gozosos y alegres para que en el día de la dificultad seamos más que vencedores (Salmos 51:8, Ester 8:16, Romanos 8:37).
¡Hasta la próxima!
Moisture Repairs
In the constructions of houses or buildings depending on the climatic conditions, they face the problem of humidity, which permeates, damages, spreads in an accelerated way if definitive actions are not taken to counteract it.
The traces that it leaves behind are noticeable to the eye and smell. Fungi tend to be produced that even adhere to our respiratory tract. Eradicating the damage will take a lot of work depending on the progress it has in the buildings with the corrective measures being sealing the walls, polishing, healing, painting, to placing dehumidifiers depending on the source of moisture.
If we compare it with the human realm, these humidity leaks also occur in our being, when the impasses we face advance silently in our emotions at first. Our peace, faith and strength are being pierced as occurs with leaks or condensation processes in buildings.
It damages, impregnates, spreads and leaves a trail in its wake. Our bones weaken, doubts increase and as that humidity advances, our heart cools, causing after a while, the damage manifests itself in our physical health.
And as in the first case, a thorough and meticulous restoration of leaks, leaks, porous floors or very hot environments is necessary. In our soul, our being, it is necessary to take all the tools that eradicate those damages, heal the wounds, so that diamond that we are is polished and a new person is reborn.
In this season, we need to restore our whole being, eat healthy, have a healthy lifestyle and on an emotional level, hydrate our soul remembering what the psalmist shows in: “Sing to the Lord a new song, casting our burdens on Jehovah, he will sustain us He will not let the righteous fall forever ”(Psalm 149: 1, Psalm 55:22).
Every day, you’ll find a reason to be happy, that your hope does not stop, that your faith is strengthened and those repairs due to humidity leave that home that is your body as new, the one that must be cared for physically, emotionally and spiritually while receiving help from health professionals when necessary (1 Corinthians 6:19).
Sing every day! Sing for joy among the nations his glory, for he has done wonders! It is the balm that our soul needs (Psalms 98: 1, 1 Chronicles 16:24).
Remember that you are the writer of your life, in your hands is the most important decision to take care of all aspects of your existence; So I invite you to continue adding the most beautiful tees of the one who wants to see us joyful and cheerful so that in the day of difficulty we will be more than conquerors (Psalm 51: 8, Esther 8:16, Romans 8:37).
Until next time!