Agosto inicia personalmente como un mes de avances y también de aniversario. Nuestro alimento en este tiempo ha sido una inagotable motivación desde lo alto.
Hace dos años que comencé este proyecto en el que ha sido una gran motivación y experiencia para mi vida.
Durante esta aventura, me he realizado diversas preguntas que permitan obtener una mejora continua y que aquel propósito que fue plantado; cada día sea una certeza de que es de ayuda para aquel que lo pueda necesitar.
Y mientras veo lo aprendido como lo logrado, me maravillo de que todo obra para bien; hasta el más pequeño de los detalles son enseñanzas vitales para el siguiente paso que daremos.
Es un alimento constante, así como el pan nuestro de cada día es necesario para el cuerpo; todas las habilidades, emociones, experiencias e innumerables factores; nos nutren para hacer con pasión y convicción lo que está en nuestro interior.
Eso me hace recordar la enseñanza de Jesús a sus discípulos para aprender a depender de Nuestro Padre Celestial en cada circunstancia, reducir los afanes de la vida y la ansiedad. Estableciendo el alimento espiritual a través de la oración, ese pan nuestro de cada día que es nuestro alimento.
Y reconozco que he tenido también que enfrentar experiencias inesperadas, retos que superar, temores que dejar atrás porque cada día me doy cuenta de que soy más que vencedora por aquel que me amó.
Así que hoy, traigo a memoria esa sencilla y poderosa lección que cita Mateo 6: 9-13: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El Pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por los siglos. Amén.”
Así que amigo escritor de tu vida, deseo que tengas ¡un exitoso mes de agosto! Que todo lo que tus manos toquen sea prosperado y de bendición para los demás y que cada día sigamos añadiendo la tes necesarias a nuestra vida.
¡Hasta la próxima!
Our Bread
August begins personally as a month of advances and also an anniversary. Two years ago I started this project in which it has been a great motivation and experience for my life.
During this adventure, I have asked myself several questions that allow continuous improvement and that purpose that was planted; every day be a certainty that it is helpful to those who may need it.
And while I see what I have learned as what has been achieved, I am amazed that everything works for the good; even the smallest of details are vital lessons for the next step we will take.
It is a constant food, just as our daily bread is necessary for the body; all abilities, emotions, experiences and countless factors; they nurture us to do with passion and conviction what is inside us.
That reminds me of Jesus’ teaching to his disciples to learn to depend on our Heavenly Father in every circumstance, reduce the worries of life and anxiety. Establishing spiritual food through prayer, our daily bread that is our food.
And I recognize that I have also had to face unexpected experiences, challenges to overcome, fears to leave behind because every day I realize that I am more than a winner for the one who loved me.
So today, I bring to mind that simple and powerful lesson that Matthew 6: 9-13 cites: “Our Father in heaven, may your name be kept holy. Let your kingdom come. Let your pleasure be done, as in heaven, so on earth. Give us this day bread for our needs. And make us free of our debts, as we have made those free who are in debt to us. And let us not be put to the test, but keep us safe from the Evil One.“
So dear writer friend of your life, I wish you a successful month of August! May everything your hands touch be prosperous and a blessing to others and may we continue to add the necessary esteem to our lives every day.
Until next time!